Todo sobre los animales nocturnos
El reino animal comprende a los animales diurnos, crepusculares y los nocturnos. Mientras que los animales diurnos son los que permanecen activos durante el día, los animales crepusculares son más activos al amanecer y al atardecer. Los animales nocturnos son los que permanecen despiertos y activos durante la noche. El mapache, zorro rojo, el búho y el zorrino pertenecen a la categoría de animales nocturnos.
¿Por qué los animales nocturnos se llaman así?
La mayoría de los animales muestran patrones de comportamiento no muy diferentes a los del hombre. Aunque la mayoría de los animales son activos durante el día, existen unos cuantos que lo hacen al revés. La nocturnidad se refiere a la preferencia de un animal a dormir durante el día y permanecer activo durante la noche. A pesar de que este comportamiento se opone a la naturaleza diurna del estilo de vida humana, los animales nocturnos le agregan calidad a todo el reino animal. Los animales, como la ardilla voladora y el visón, siguen un horario intermedio crepuscular o una preferencia por la actividad crepuscular.
Si bien muchos animales que se describen como nocturnos permanecen activos durante el día, así como la noche, existen algunos que confían en sus instintos solo en los horarios nocturnos. La diferenciación de nichos hace que los recursos estén disponibles para el animal a una hora específica. El nicho ecológico, y la adaptación para evitar la depredación, son las principales características de la nocturnidad. Este tipo de comportamiento de los animales nocturnos se ve, sobre todo, en las regiones desérticas, donde el patrón de comportamiento nocturno mejora la regulación de la presión osmótica en el cuerpo, a fin de mantener un contenido de agua constante.
Características de los animales nocturnos
Las especies de animales nocturnos, como las tortugas marinas o aves marinas, visitan los sitios de reproducción en la noche, para reducir el riesgo de depredación. Esto les permite protegerse, así como a su descendencia, en el transcurso de su vida útil.
Los animales nocturnos tienen muy desarrollados los sentidos del oído, vista y el olfato, que están especialmente adaptados para sacar el máximo partido de la noche, la iluminación. Algunos animales nocturnos tienen una visión que se adapta fácilmente a la noche y la iluminación de día, mientras que otros, como los murciélagos, son capaces de permanecer activos sólo de noche. Muchos animales nocturnos tienen unas células especiales llamadas, bastones de los ojos, que les permiten captar la luz cuando está oscuro, más que los humanos u otros animales en el mismo entorno.
Dado que el aire está quieto en la noche, y los olores permanecen en el aire, se hace más fácil para los animales nocturnos captar, seguir olores y encontrar comida. Su aguda capacidad auditiva les permite localizar a sus presas.
Los cuerpos de los animales nocturnos poseen adaptaciones especiales que les permitan sobrevivir a la oscuridad. Los animales nocturnos, como los lémures tienen ojos especiales, mientras que los murciélagos usan la ecolocación. La ecolocación se refiere a la capacidad de los murciélagos para emitir un sonido agudo, que rebota en los objetos y le ofrece información sobre la forma, distancia y dirección del objeto.
Las características únicas de los animales nocturnos les ayudan a capturar su presa fácilmente. Por ejemplo: la lechuza tiene un revestimiento especial de las plumas en el borde de cada ala, que amortigua el sonido, ya que se abalanza sobre su presa. Un gato tiene suaves almohadillas en los pies que lo ayudan a llegar a hurtadillas a una comida, mientras que el oso hormiguero puede oír y oler los insectos.
Existen tres ventajas básicas de las que se beneficias los animales nocturnos. No sólo los animales que cazan o conseguir mantenerse despiertos en las horas más frescas de la noche, sino que también están expuestos a una menor competencia cuando cazan en la oscuridad. El crepúsculo y las horas de la noche también protegen a estos animales de los depredadores. Son capaces de camuflarse bien por la noche, para encontrar su camino, cazar y huir de los depredadores.
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